La vitamina C como atenuadora del Cortisol

El uso de suplementos vitamínicos en la práctica deportiva ha sido durante bastante tiempo objeto de controversia, habiendo profesionales que opinan que las necesidades de las mismas pueden ser cubiertas adecuadamente si se consigue tener una dieta apropiada (Felix Garnes, A. & Clotilde, O - 2005)
La dosis dieria recomendada para la población general es de 75 mg/día y 90 mg/día respectivamente para mujeres y hombres adultos.
No se aconseja una dosis superior a 2000 mg/día, o incluso 1000 mg/día en sujetos con algún tipo de condición renal. Los efectos secundarios en estos casos van desde la posibilidad de aparición de cálculos en pacientes renales, a diarrea, insomnio, hiperacidez e inactivación de la vitamina B12, entre otros.
Por otra parte, la vitamina C es necesaria como cofactor en la producción endógena de colágeno y neurotransmisores, en la función inmunitaria, cicatrización y, por supuesto, como antioxidante, su función más conocida. (del Pozo, J y col. - 2011)
En cuanto a su efecto frente al cortisol, conocido como la "hormona del stress" y co-responsable en los procesos catabólicos, hay buenas noticias referentes a la suplementacion con vitamina C:
Tras el entrenamiento intenso se produce un pico de cortisol en plasma, lo que se relaciona directamente con un descenso de los niveles de testosterona. (González Jurado, J.A. y col. - 2009)
En los círculos deportivos, se suele recomendar entonces su suplementación con fines anticatabólicos, y hay estudios que lo justifican en determinados casos.
Davison G. Gleson M & Phillips S llegaron a la conclusión en su estudio (2011), de que la toma de vitamina C efectivamente paliaba los efectos del cortisol en un solo entrenamiento de actividad física prolongada en el tiempo. Estos mismos investigadores habían obtenido resultados similares en un estudio anterior (2007) pero con una mezcla de dos vitaminas C y E.
Peters EM y col. (2001), mostraron en otra investigación como se atenuó la respuesta del cortisol en un grupo de estudio que ingirió 1500 mg de vitamina C, contra otro que ingirió 500 mg y otro con placebo, en atletas de resistencia aeróbica.
Carrillo AE y col. (2008), estudiaron a 12 participantes en dos grupos, administrando a uno 500 mg de vitamina C tres veces al día y al otro placebo. Sometidos a 120 minutos de bicicleta a una intensidad moderada, las pruebas de saliva en el pre, post y 72 hs después, mostraron un descenso del cortisol muy significativo en el primer grupo, concluyéndose que dicha vitamina puede ser muy beneficiosa para combatir esta hormona en esfuerzo similares a una media maratón.
El cortisol tiene probado efecto catabólico, si el entrenamiento es muy intenso o de muy larga duración, tal y como demuestran, Jacks De et al. (2002)
Martínez, J.M. & Urdampilleta, A. (2012), nos proponen que la toma de vitaminas antioxidantes está justificada cuando el ejercicio es extenuante: de larga duración, en altitud, durante dietas hipocalóricas y mucha carga de entrenamiento, y aconsejan que la toma se haga en períodos de descanso o transición.
(Artículo basado en el trabajo de S. Vargas, del Grupo Sobre Entrenamiento)
Todos los comentarios