¿Por qué algunos deportistas no responden a la ingesta de creatina?
Suele llamar la atención el hecho de que un porcentaje (si bien reducido) de deportistas parecen ser "inmunes" a la creatina, o en quienes la acción de la misma parece atenuada en comparación con la percibida por otras personas. Al respecto, hay investigaciones que sugieren que hay un límite al efecto ergogénico de la suplementación con creatina, que depende de la cantidad que la masa muscular puede captar y asimilar hasta saturar sus depósitos, habiendo sujetos que ya los tienen saturados en forma basal (Kirskey, 1999).
Los deportistas más sensibles llegan a acumular 2 kgs extra de masa muscular magra con la suplementación, mientras que en un segundo rango no se observa incremento de masa magra significativa pero sí mayor recuperación entre trabajos intensos y repetidos y, finalmente, en otros prácticamente no se observan cambios ni en masa ni en performance.
Pero no sólo el nivel de saturación de los depósitos influye en la captación y aprovechamiento de la creatina, sino que hay muchos factores adicionales:
Edad: los mayores de 40 años tienen respuesta mayor que los del rango 20-30. (Mesa, 2001)
Tipo de fibras predominantes: quienes tiene más fibras rápidas son más sensibles a la suplementación con creatina. (Bemben & Lamont 2005)
Volumen de masa muscular: cuanto mayor, más sensibilidad a la ingesta. (Syrotuik & Bell 2004)
Hábito nutricional: los vegetarianos tienen menores niveles de creatina y por lo tanto una mejor respuesta a la misma. (Burke, 2003)
Momento de ingesta: el efecto es menor si se toma lejos de las horas de entrenamiento. (Se recomienda inmediatamente antes, durante o inmediatamente después). (Cribb & Hayes 2006)
Tipo de entrenamiento: las pausas incompletas de recuperación favorecen la respuesta a la creatina. (Mujika, 2000)
El aporte simultáneo de carbohidratos favorece la asimilación. (Bemben & Lamont 2005)
Grado de irrigación sanguínea: cuanto mayor, mejor es la asimilación de sustratos en general. (Cribb & Hayes , 2006)
Finalmente, el sexo del deportista no parece tener influencia significativa. (Rawson & Volek, 2003)
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